Por lo general, los aromáticos requieren mucho sol y un suelo con un drenaje bastante bueno, además están especialmente aptos para nuestro clima ya que la mayoría no necesitan mucha agua. Por todos estos motivos, dedicamos esta entrada a uno de los aromáticos más comunes y útiles, la albahaca!
Albahaca (Ocimum basilicum)
Hoy en día se utiliza más que nada para la cocina, sobre todo en recetas italianas, como el pesto genovés, y asiáticas, como los rollitos frescos vietnamitas. También se pueden utilizar las hojas troceadas o enteras en ensaladas o añadirlas a cualquier plato de pasta. No obstante, también tiene usos medicinales al tener propiedades digestivas, sedantes, y antiespasmódicas, pudiendo tomarse solo o mezclado con otras hierbas como infusión.
Se pueden conservar las hojas enteras durante un tiempo breve (4 o 5 días) en una bolsa de plástico en el frigorífico, no obstante para conservar las hojas durante mucho tiempo, es mejor congelarlas mezcladas con agua en cubiteras de hielo. Aunque se pierde algo de sabor, si se van a utilizar para infusiones las hojas se pueden secar.
Las semillas de la albahaca se deben sembrar en primavera después de que ya no haya peligro de heladas ya que la planta está muy sensible a las temperaturas frías. Se debe de podar de forma frecuente, cortando los extremos de los tallos. Este cuidado ayuda a mantener la planta compacta y a retrasar la floración. Una vez la planta haya florecido, se pueden guardar las semillas para la siembra del siguiente año. Es beneficioso plantarlo cerca de tomates, pimientos o cualquier otra planta que sufre pulgones ya que éstos evitarán su aroma.
Os animamos a leer más acerca de la albahaca en los siguientes enlaces de Infojardín, Euroresidentes y Wikipedia, y si queréis disfrutar de una plantita en vuestra casa durante el invierno, pasad por la huertita y os regalamos una!
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